Prohibición de suministrar bebidas azucaradas a niñas, niños y adolescentes

RODRIGO ALFONSO CANTÚ PEÑA

Mediante asamblea legislativa, el Congreso del Estado de Oaxaca aprobó un decreto de reforma, el cual adiciona el artículo 20  bis a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

Dicho artículo establece la prohibición de vender, regalar y/o suministrar bebidas azucaradas y alimentos de alto contenido calórico a menores.

No obstante, la prohibición no es absoluta, pues los padres y tutores de los menores están exentos de ella.

Lo anterior así, ya que, de acuerdo a la normativa en comento, los padres y tutores serán los responsables de cuidar el consumo de este tipo de alimentos y bebidas por parte de los menores.

La reforma aparenta traer grandes beneficios para la salud de los menores, aunque también genera diversas dudas sobre su funcionamiento y operación práctica, pues no establece los lineamientos para determinar que es considerado “alto contenido calórico” por ejemplo, o hace referencia a “bebidas azucaradas”, sin ofrecer más detalle, cuando en realidad la mayoría de bebidas contienen azúcar o algún endulzante (natural o artificial).

A pesar de lo anterior, no podemos negar que la reforma es bien intencionada, pues pretende acabar, o al menos detener, el cada vez más creciente problema de la obesidad infantil en nuestro país.

Las bebidas azucaradas y alimentos de alto contenido calórico, según establece la exposición de motivos de la reforma, son una de las más grandes causas de diversas enfermedades tales como la diabetes, alto colesterol, hipertensión arterial, entre otras; enfermedades que no se manifestaban en infantes.

El esfuerzo por mejorar la situación del país por parte del Congreso de Oaxaca, ya se hace notar, pues el Estado de Tabasco también aprobó una reforma bajo los mismos lineamientos, además, diversos estados, entre ellos Nuevo León, han presentado iniciativas para también contemplar la referida prohibición dentro de sus legislaciones.

Debemos de estar al pendiente del impacto de la reforma, pues puede tener un gran impacto económico, además de que, para algunos, parece no ser la solución al problema, pues se restringe al menor, en vez de enseñarle los beneficios de una buena alimentación.